Alrededor de 150 líderes cristianos de EE.UU. difundieron hoy un manifiesto en el que afirman que no se plegarán a ninguna ley que favorezca el derecho al aborto o a la unión civil entre homosexuales, temas que ocupan la agenda del Congreso del país.
El manifiesto presentado hoy en Washington está firmado por pastores evangélicos y católicos, que pretenden renovar su alianza política y reavivar el dominio del debate religioso que lograron durante la administración del ex presidente George W. Bush.
El objetivo inmediato de la declaración es influir en varios proyectos que el Congreso tiene encima de la mesa, en especial el debate sobre la cobertura del aborto en el proyecto de reforma de salud aprobado en la cámara baja.
Además, también pretenden condicionar la propuesta del Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital estadounidense, para oficiar bodas entre personas del mismo sexo, y otro proyecto de ley que busca penalizar la discriminación de empleados basada en la orientación sexual.
NO QUIEREN ATENTAR CONTRA LA VIDA
“No cooperaremos con ningún edicto que pretenda forzar a nuestras instituciones a participar en abortos, investigación destructora de embriones, eutanasia y suicidio asistido, o cualquier otra acción en contra de la vida”, dice el manifiesto, según una copia obtenida por el New York Times.
“Tampoco nos plegaremos a ninguna regla que quiera obligarnos a bendecir relaciones sexuales inmorales, y tratarlas como matrimonios o un equivalente”, continúa el manifiesto, de 4.700 palabras.
Según los ministros religiosos, legalizar las uniones entre personas del mismo sexo abriría también la puerta a la formación de “relaciones y hogares polígamos” e incluso de “relaciones incestuosas entre hermanos”.
Los firmantes pretenden hacer llegar su mensaje a los cristianos más jóvenes, que, afirman, tienen una actitud más tolerante con la homosexualidad que sus mayores, para recordarles de que ese asunto, el aborto y la libertad religiosa, son “los temas más importantes ahora mismo”.
En cuanto a la interrupción del embarazo, opinan que la propuesta de ley que quiere impulsar el gobierno de Barack Obama podría aumentar los abortos voluntarios.
“La presente Administración está dirigida por aquellos que quieren legalizar el aborto en cualquier fase del desarrollo fetal, y que quieren facilitar abortos a expensas de los contribuyentes”, señalaron.
La cobertura del aborto ha sido uno de los temas que más dificultó el avance del proyecto de reforma de salud en la Cámara de Representantes, donde enfrentó la oposición de la práctica totalidad del ala republicana y dividió a los legisladores demócratas.
¿SE DARÁ EL DEBATE?
En la cámara baja, que finalmente aprobó el proyecto el 7 de noviembre, la mayoría demócrata permitió la introducción de una enmienda que prohíbe contratar seguros de salud que cubran abortos a las personas que reciban subsidios públicos.
La misma dinámica parece destinada a repetirse en el Senado, que decidirá mañana si da luz verde al comienzo del debate.
(FUENTE: EFE)
Abel.
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