¿Cuando empecé a ser un reverendo hereje irreverente?, pues cuando de chiquillo tocaron a mi puerta un grupo de evangélicos (ignoro si evangelistas, Testigos de Jehová ó mormones: todos se visten igualito), y decidieron "adoctrinarme" acerca de su tema favorito: El Juicio final y el cuentazo ese de "El rapto de los justos" (no me pregunten quiénes michi son los "justos", aún no entiendo ni jota)
Resulta que abrí la puerta y los tipos esos (unos evangelistas con cara de no saber con quién se metían), me dieron uno de sus afiches: en él se veía una imagen (de su imaginario, supongo,…), de cómo sería el día del Juicio Final: se miraba una ángel recogiendo personas, mientras otro, con una espada llameante, descargaba rayos mortales contra los rascacielos de una ciudad, aniquilándolos a todos los “no-creyentes” (supongo) Vi esa escena, cruda, espectacular, alucinante al extremo y les dije lo primero que se me ocurrió: había nacido en mi juvenil mente, la irreverencia religiosa:
- …¡BACÁAAAAAANNN!!!!,… ¡QUÉ MOSTROOOOOOOOO!!!, ¡Oigan, OIGAN!; ¿y los rayos mortales de los ángeles son como el aliento de Godzilla o como las descargas eléctricas de “Gamera”??,…. ¡CUENTEN PEEEEE,… CUENTEEEEEEN!!!!, ¡USTEDES SE HAN LEÍDO LA BIBLIA: USTEDES SABEEEENNNN!!!!!,…
De ahí me empezó a gustar la vaina esa del Apocalipsis, pero mis “nuevos amigos” de la Iglesia de “sólo-sabe–Dios-qué-Iglesia” me duraron poquísimo: no solo no me respondieron eso, sino que cuando les pregunté si habían también ángeles exterminadores femeninos, y que si soltaban senos-misiles como la robot Afrodita A, de “Mazzinger Z”,…. Simplemente pusieron pies en polvorosa; me dejaron como siempre te deja la religión: con más preguntas que respuestas. Desde entonces, los mormones -o lo que fueran-, no tocan ya mi puerta; pasan de largo y le dicen a los otros "mormones": “....ahí vive le hijo del Diablo”,…
Bueno, eso era de chiquillo; ahora tengo otra visión del Día del Juicio Final, ¿saben cómo es?, pues más realista: lo primero que pasará –según yo-, será la caída de la Iglesia Católica, primero por un “crack” en Wall Street (donde están toooooodo el dinero de la Iglesia, me imagino y sé que no me equivoco), dejándolos en la más absoluta miseria y después, una rapidísima caída del catolicismo a las profundidades más abyectas de la Fe: se convertirá en una secta más del montón, encerrada en sus templos, dedicada a realizarse excorcismos medievales entre ellos. También me imagino viendo en los aeropuertos a monjas y curas, o anunciando que “El fin del mundo se aproxima,…” y rogándote por que les compres ampolletas de agua bendita. Y en ese preciso momento, los cielos se abrirán y,…. ¿qué pasará?!,…¡JESUCRISTO DESCENDERÁ A LA TIERRA!!! Y lo primero que hará se entrar a una catedral, donde los Opu$$ y $odálites estén encerrados y se les irá encima a sopapo limpio y dirá la frase inmortal:
- …¡USTEDES HABÉIS CONVERTIDO EL TEMPLO DE DIOS EN UNA CUEVA DE LADRONES!!!!!
¡Será un espectáculo mejor que la escena del de “Matrix”, peleándose y sacándole la m,...! a cientosssssss!!!!!! ¡YEAHHHHH!!!
Si el destino y la vida me lo permite, cuando llegue tan glorioso día, yo estaré haciendo mis labores de siempre; apenas se dé, dejaré lo que haga y, sentándome en el suelo, me pondré a verlo, extasiado: ¡es que el Día del Juicio Final es algo que no se va a repetir!, ¿quién sería tan idiota para estar ahí y no ponerse a verlo? Todas las semanas, compro una bolsa de papitas: la tengo en mi mochila y me acompaña a todos lados. Cuando llega la noche del domingo, me la como, viendo a Jaime Bayli; al menos así mato la decepción de que, aún no llegó el Día del Juicio Final: ni modo, será la semana próxima,…
-Caín.
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