En esto sí creo (3); acerca de la muerte del hombre más viejo del mundo

Hace unos días, me enteré por Internet de esta noticia: había muerto en Inglaterra, el hombre más viejo del mundo: Henry Allingham, a los 113 Años de edad. Al leer a qué había dedicado los últimos años de su longeva vida, decidí destacarlo: él era el último sobreviviente británico de la Primera Guerra Mundial y en el postrer de su vida, se dedicó a que el mundo no olvidara a toda la generación de europeos que murieron en las trincheras, en aquella horrorosa guerra (como todas lo son)

Al pensar en Henry Allingham, recordé algo que leí alguna vez: “La plegaria del Soldado”, una supuesta oración cristiana, que surgió en la Primera Guerra,… o tal vez en una de las muchas guerras, las cuales, sin importar si son guerras religiosas o no, son solo la muestra de la estupidez de nuestra espiritual e intelectualmente flaca y miserable humanidad.

En fin. Lo que me gusta de “La plegaria del soldado” es que, en su simplicidad, muestra su origen: al entrar en combate, creyente o no, uno tiene poco tiempo para rezar, y muchas veces –gracias a los malditos políticos-, un soldado tendrá que hacer cosas que no quisiera,….. y lo cual también se plasma en esta oración: algo de humanidad, que siempre está presente, aún en el peor de los horrores. Es por eso que, en homenaje a Allingham… y a los más de 10 millones muertos en la Primera Guerra, que no vivieron los 113 años que él, y los miles de millones de muertos en las guerras coloco “La plegaria del soldado” en este humilde e insolente blog: espero que les guste y creo que no solo vale para una guerra: vale para cualquier ocasión:

“Señor: vamos a entrar en combate

…y es probable que nos olvidemos de tí,..

Por favor, te rogamos:

TÚ NO TE OLVIDES DE NOSOTROS.

Amén”

Sería hermoso que nunca más, un soldado tenga que volver a usar esta oración,…

Abel.