sábado, 29 de agosto de 2009

Conferencia Episcopal americana no quiere la reforma sanitaria de Obama



Al proyecto de reforma sanitaria de Barack Obama se le abre un nuevo y peligroso flanco: con la iglesia ha topado, concretamente con la Iglesia Católica. La Conferencia Episcopal norteamericana se ha echado atrás del apoyo que le prestaba hace sólo un mes, cuando sólo pedían garantías de que la reforma no sirva para sufragar abortos con dinero público. Ahora han decidido que no hay garantías que valgan y que hay que hacer el vacío a la reforma por completo.

Tal y como lo cuenta The New York Times, la Casa Blanca está atónita. La Iglesia Católica ha sido durante décadas una ardiente valedora de la expansión de la cobertura sanitaria en Estados Unidos. El difunto Ted Kennedy, máximo campeón nacional de la iniciativa, era católico ferviente. Obama llevó en mano una carta suya a Benedicto XVI cuando visitó recientemente el Vaticano.

Pues ahora los puentes están rotos y las espadas en alto. La situación se asemeja a la vivida cuando algunas destacadas personalidades católicas hicieron campaña contra la decisión de la Universidad de Notre-Dame de Chicago de invitar a Obama a pronunciar su discurso inaugural. Lo consideraron un escándalo desde el momento en que el presidente no se opone tajantemente al aborto (aunque ha manifestado su repugnancia personal ante el mismo). Con parecidos argumentos se ha hablado de negarle la comunión al vicepresidente Joe Biden, otro católico eminente.

La enemistad es de hace quince días. Ha sido en este lapso de tiempo que el cardenal Justin Rigali ha mandado una carta abierta al Congreso en la que llama a oponerse a la reforma sanitaria en su totalidad. Dice el cardenal que cualquier intento de impedir que las subvenciones para Sanidad que avala el gobierno Obama sirvan para realizar abortos es una “ilusión”, cuando no un engaño. Tampoco descarta que se racione la atención a enfermos crónicos de edad avanzada.

En una pastoral reciente, el obispo R. Walker Nicles de Sioux City, en Iowa, afirma que “que no haya reforma en absoluto es mejor que una mala reforma”. Y adoctrina a los fieles para que llamen y presionen en este sentido a sus congresistas. En una columna en una publicación de su diócesis, el arzobispo Charles J. Chaput de Denver califica la propuesta del gobierno de “peligrosa”.

División entre los católicos
En las filas demócratas se lee todo esto como un alineamiento del ala dura de la Conferencia Episcopal con el ala dura conservadora en el Congreso, e incluso con los lobbies industriales. Lo cual abriría divisiones en el seno de la Iglesia, ya que otros sectores seguirían considerando que la reforma de Obama encaja en su ideal de luchar por los más desfavorecidos. Con este argumento varias asociaciones católicas se han alineado sin reservas con el gobierno.

(FUENTE: abc.es)




- ¡Qué miserables!, prefieren dejar a millones sin seguridad social a dejar de lado sus posturas por el bien de los más necesitados ( y le hacen el juego a los que se enriquecieron y que se siguen enriqueciendo con las "componendas" en el sector salud, que creó Bush)
Caín.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails